Lorenzo Heras Ruiz - Sahara Tres Cantos

El pasado 29 de diciembre de 2022 se fue de nuestras vidas Lorenzo Heras Ruiz, Lorenzo para todos quienes lo conocimos. Estuvo a punto de alcanzar los 93 años siendo el socio de mayor edad y uno de los más antiguos de nuestra asociación. Hasta el último momento asistió a las reuniones de las juntas directivas de las que él había formado parte durante décadas y de la que seguía formando parte actualmente como vocal. Será recordado por todos quienes lo conocieron por su bondad, su afabilidad, su sencillez, su carácter abierto, transparente y su fino sentido del humor. Si acaso podemos decir que se ha ido con el sabor amargo de constatar cómo la causa que él defendió con tanta dedicación, la saharaui, sigue empantanada sin atisbo de una pronta resolución.

Nació en Madrid en enero de 1930. Vivió en esta ciudad sitiada por la guerra civil y de la misma tenía y contaba recuerdos y vivencias como si de un tiempo alegre para los niños se tratara. Como él contaba, después de terminada la guerra, pasó unos meses en Aranjuez, de donde procedía su madre, con sus tíos y primos. Allí lo mandaron sus padres para “matar el hambre”. Comenzó a trabajar con tan sólo 13 años en la Embajada de Francia ocupando a lo largo de su larga carrera profesional diversos puestos de trabajo hasta terminar en los servicios culturales de la misma. Si el cine y la cultura francesa se difundieron en cineclubs, en salas y centros culturales de toda España durante la dictadura y las primeras décadas de la democracia se debe, en buena parte, a él y al grupo de compañeros que lo acompañaba.

Lorenzo llegó a vivir a Tres Cantos con su mujer Fina, a principios de 1994. Sus dos hijas con sus respectivas familias se habían trasladado a vivir a nuestra ciudad y ellos pensaron que qué hacían en Madrid, que lo más lógico era acompañar a sus hijas y a sus familias ahora que comenzaban a ampliarlas con la llegada de los nietos. Al poco tiempo se jubiló y se dedicó por entero a la causa saharaui y a sus nietos. La mala suerte se cebó con él pues al año siguiente de su jubilación, en 1996, se quedó viudo después de más de 40 años de convivencia.

Como persona solidaria y progresista que fue siempre, se vinculó en 1995, nada más jubilarse, a la asociación Amigos del Pueblo Saharaui de Tres Cantos – la tercera que se había constituido en la Comunidad de Madrid un año antes, siguiendo la estela de las asociaciones de Madrid y Coslada. En nuestra asociación, recién constituida, entró a formar parte de la junta directiva como tesorero. La presidía en aquel momento Victoria Peralta. En este cargo permaneció hasta que fue elegido presidente a principios del año 2002. Volvió a ser tesorero cuando abandonó el cargo de presidente para ser sustituido por la actual presidenta Carmen de Gregorio Marcos. Hace dos años, por decisión propia pasó el testigo pero nunca abandonó la junta directiva.

Dado su carácter empático y dinámico se vinculó también a la asociación prosaharaui de Madrid, primero como contable sin cargo en la junta directiva y después como tesorero de su junta durante muchos años, los que van de 1997 hasta 2017. Pero no le bastó con estas dos ocupaciones. También desarrolló su labor en FEMAS, la Federación Madrileña de Asociaciones Solidarias con el Sáhara, entre otras. En todas estas organizaciones cumplió las tareas encomendadas de la tesorería y colaboró en cuantas acciones se requirieran de su capacidad para gestionar los “números”, las “cuentas” o lo que se le requiriera. En ellas conoció a todos los delegados saharauis que han pasado por Madrid, uno de los cuales lo llamaba “el facturas”, por su rigor a la hora de seguir un procedimiento claro y transparente en la gestión de las finanzas de todas las asociaciones en las que colaboró. El autor de dicho “mote” no era otro que Abdulah Arabi, entonces delegado del Frente Polisario en la Comunidad de Madrid y actual delegado nacional. Lorenzo recordaba hace años cómo en una ocasión, a principios de los años 2000, el Ministerio de Hacienda mandó realizar una auditoria en las finanzas de la asociación de Madrid. El auditor contó con toda su colaboración y en la tercera y última jornada le felicitó por la transparencia y terminaron comiendo juntos e intercambiando los teléfonos para posibles contactos posteriores.

Su apego por esta causa le impulsó a realizar dos viajes a los campamentos de refugiados de Tinduf, en Argelia. Hasta allí llevó su bonomia para conocer de primera mano las duras condiciones en las que vivían y viven miles de saharauis. A lo largo de su trayectoria ha recibido diversos homenajes y galardones, formas de reconocimiento de su labor y de su persona en Tres Cantos y en Madrid.

A pesar de los vaivenes en los que transita la historia del pueblo saharaui Lorenzo ha permanecido fiel a la misma hasta su último aliento. Como dice un dicho tuvo coraje para vivir, generosidad para convivir y prudencia para sobrevivir. Así lo recordaremos quienes formamos parte de esta “familia saharaui”.

LA JUNTA DIRECTIVA